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QUE ES EL VIH SIDA

PRENSA

5 de septiembre de 2009

Gustavo Granella, de la ONG Redes Nueva Frontera, denunció la baja calidad de atención médica que reciben los pacientes que viven con sida. El funcionario del área lo negó.

Gustavo Granella, presidente de la Asociación Redes Nueva Frontera, denunció que la atención médica que reciben los pacientes con sida es mala y que carece de calidad humana. Las autoridades del Programa Provincial de Asistencia y Prevención del Sida negaron esta realidad. “Hemos verificado que la calidad de atención médica ha variado demasiado. El problema es que el sida es diferente a la salud en general, porque tiene médicos específicos, un programa específico y un financiamiento importante del Gobierno como para dar un servicio de calidad. Lo que falla es la relación médico- paciente”, explicó. Granella aseguró que a algunos médicos no les importa el vínculo con el paciente. “Para ellos somos solamente un trámite que deben cumplir”, completó el responsable de Redes.

MI MÉDICO NO ME TOCA. Para el presidente de Redes, los médicos “ya ni siquiera nos revisan, no nos tocan, sólo hacen recetas y nada más, por eso estamos planteando que los pacientes, aparte de tener su infectólogo de cabecera, tienen que tener un clínico. Imaginate que si a vos te aparece una mancha y el médico no te revisa, y eso puede llegar a ser cáncer”. La médica que atiende a Andrés (ver aparte) es una de las más criticadas por los pacientes.

    “Con decirte que una vez se le pasó un embarazo de cinco meses”, recuerda. La chica vino acá –cuenta indignado Granella– y le dije: ‘Estás gordita’, y resultó que estaba en el quinto mes de gestación, eso en una revisación te das cuenta enseguida, no puede ser”. “A algunos médicos no les importa el vínculo con el paciente y no tienen compromiso con nosotros. Para ellos, nosotros somos solamente un trámite que deben cumplir”, completó el responsable de Redes.

QUÉ PASA EN EL CENTRAL. Según encuestas que Redes realizó, la mayoría de los pacientes con VIH se atiende en el Hospital Central. Pero para la ONG, lo que podría ser un problema de saturación en la atención médica, son deficiencias en la organización interna del Programa Provincial de Sida. “En el Central, las fallas se dan porque hay una saturación de gente, la mayoría de los médicos atiende hasta las 13, hay fallas de organización, en la distribución de las cargas horarias. Si sacamos la cuenta, habiendo unos 1.600 pacientes en Mendoza y 800 de ellos atendiéndose en el Central, con siete médicos no tendría por qué haber saturación de gente”, detalla el dirigente social. Granella, paciente él también del programa, explica: “No se entienden las fallas porque en el Hospital Central es donde está la mayor cantidad de infectólogos.

    Te doy un ejemplo: yo estoy resfriado hoy, si voy al Central por la tarde, me atiende un clínico, no hay un infectólogo que esté de guardia para atenderme. Siendo que el programa tiene profesionales pagos propios”. Granella acota que “no hay un infectólogo de turno todo el tiempo para que si una persona llega resfriada, con fiebre u otra dolencia, se la atienda hoy y no pasado mañana”.

TIEMPOS LAXOS. Hay que tener en cuenta que, en el caso de las personas que viven con VIH, la prevención de enfermedades colaterales es fundamental. “Muchas de ellas pasan a ser complicadas con el tiempo. Cuando al paciente se le posterga una y otra vez la atención, lo más probable es que vaya a la muerte segura”, grafica con crudeza el titular de Redes Mendoza. Esto también tiene que ver con la historia del Programa de Sida en Mendoza, explica el titular de Redes, y relata: “Te doy un ejemplo: vos vas al quinto piso del Hospital Central y a veces te atiende un médico residente que no sabemos si está preparado para hacerlo. Lo que necesitamos, fundamentalmente, es que la persona no llegue a la instancia de sida, sino que siga con VIH, se la pueda cuidar, si tiene un problema, se la pueda asistir de inmediato”.

EL PROGRAMA PROVINCIAL. Mendoza es una de las pocas provincias que tiene una ley de sida y un programa financiado, y, según los pacientes, la medicación nunca falta. Pero aseguran que lo que no funciona correctamente es el compromiso de los médicos con las personas a las que deben atender. “Tiene que ver con la humanidad, ya ni siquiera con la práctica médica. Si vos ves que tu paciente tiene un problema, se lo tenés que solucionar de inmediato, no podés dejar pasar el tiempo, porque si no, luego vienen las complicaciones en la salud”, define Granella.

DOCTORES CANSADOS. “El Ministerio de Salud tiene una buena actitud para trabajar en el tema sida, pero los médicos del programa no. Hay muchos pacientes que llevan ya 20 años viviendo con VIH, los médicos pensaban que nos íbamos a morir antes, y hoy por hoy los vemos cansados. Hay médicos que ya ni siquiera tendrían que estar en esos cargos porque tienen que dejarles el lugar a otros profesionales”.

    “Hay un relajamiento que sólo se entiende porque hace 17 años que está la misma persona a cargo del Programa de Sida, con los mismos médicos trabajando. Tendría que haberse dado una renovación, porque el médico no tiene la misma predisposición que uno joven o uno nuevo que esté en el tema para que, por ejemplo, hagan un seguimiento de cada paciente. Hacen la plancha porque, como siguen cobrando el sueldo, siguen siendo empleados del Estado, entonces no los tocan, no los cambian”.

CONSECUENCIAS FATALES. Las organizaciones sociales alertan por las consecuencias negativas que esto puede llegar a provocar en los pacientes que hasta abandonan el tratamiento. “Hemos verificado que los pacientes ingresan en el sistema de salud, primero por el Coni, después van a algún médico del Lencinas, Central o Lagomaggiore, y muchas veces, al no darse una buena relación con su médico, dejan de ir a las consultas y dejan de tomar la medicación”, señala.

    Al salirse del sistema, estas personas “vuelven a los dos o tres años con una enfermedad marcadora y un cuadro agravado. Cuando vos estás enfermo y tu médico no te da respuestas, te empezás a deprimir y te dejás morir. Por eso es que insistimos tanto con que haya un buen vínculo entre médico y paciente”, insiste Granella.

PREJUICIOS. El programa sólo dispone de tres psicólogos que atienden pacientes, pero en algún caso, para Granella, “ese profesional no está capacitado para atender, por ejemplo, a travestis, porque es homofóbico. Si sos prostituta no te puede atender un moralista, si sos gay no te puede ver un homofóbico. A mí me ha ocurrido tener enfrente a una médica infectóloga homofóbica, si ella tiene un rollo con los gay, no sé si conmigo quiere lo mejor. Son barreras mentales que a nosotros no nos ayudan para nada”.

RESPUESTA OFICIAL. El responsable del Programa Provincial de Asistencia y Prevención del Sida, Víctor Bittar, da su visión sobre cada uno de los reclamos mencionados. Asegura que los médicos en los hospitales trabajan de la mejor manera, “aún en condiciones que no son las mejores, como el tiempo insuficiente para atender una demanda creciente de pacientes y de consultas”, y admite que “esto deriva en la postergación de turnos, que deben ser programados a veces para dentro de un mes o dos meses, pero esto no significa que si existe alguna emergencia, no los atendamos, hay tres turnos diarios reservados para ellos”.

    Con respecto a la carencia de especialistas en consultorios que atiendan por a tarde, el médico añade que “sería deseable tener consultorios vespertinos, pero eso es presupuestariamente imposible. De todos modos, siempre va a haber guardias”. Bittar desmintió “que un médico de guardia no esté capacitado para atender a pacientes con VIH”. Tampoco admitió que los médicos estén “cansados”. “Doy fe de que los atienden, los revisan, aunque no le puedo garantizar que esto sea en todos los casos”, asegura. Bittar explica que a aquellos pacientes que están disconformes con su médico les ofrecen que cambie de profesional.

    “Esto no es el PAMI, no se obliga a nadie a atenderse con determinado médico”. El profesional reconoce que los médicos del programa “no tienen bloqueo de título ni dedicación full time, por eso es que tienen otros lugares de atención para completar un salario acorde”. Bittar advierte sobre el riesgo de “discriminar positivamente al paciente con VIH, no se puede poner a un médico especialista para cada persona con esta enfermedad”. “Denunciar estas cosas es subestimar a nuestros médicos”, se lamenta. “Es injusto, porque hay muy buenos médicos en todos los hospitales, para atender a personas que viven con VIH”, concluye.

Fuente: Diario El Sol (Mendoza)

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