El pasado 29 de marzo participamos con Liliana Ceballos de Córdoba en un jornada para hablar de “Calidad de Vida de PVVS” de Laboratorio GSK que incluía la presentación y responder consultas acerca de la medicación inyectable para PVVS: Cabotegravir/rilpivirina de Glaxo Smith Kline, un medicamento inyectable para el VIH que se administra en el glúteo cada dos meses.
El laboratorio realizó estudios en cinco continentes y tienen como conclusión que las PVVS pueden ayudar a las personas con VIH a envejecer con una mejor calidad de vida, con pocos medicamentos ya que algunos están cansados de tantas pastillas y con bajo nivel de efectos adversos. Por eso la industria farmacéutica está realizando tratamientos nuevos a largo plazo tanto con pastillas como inyectables. El tema que discutimos ahí es que queremos estos tratamientos para todos y todas (que son la mayoría que recibe tratamiento del Estado no solos los que tienen Obra Social y prepagas). Esa será nuestra tarea, incidir en las comunidades para que el Estado se haga cargo de este cambio. Cuando hablamos de calidad de vida obvio que dejamos bien en claro que una PVVS necesita una buena alimentación y vivienda digna entre otras cosas, no es integral sólo tomar medicamentos.
- Efectos adversos: sólo el dolor en la región de las dos primeras aplicaciones. La droga viene siendo testeada desde 2020 y no hay otros efectos adversos.
- Requisitos para poder usarla: tener VIH hace tiempo (no nuevas infecciones) y carga viral no detectable, el Médico debe justificar el pedido y no haber reaccionado mal a nevirapina o efavirenz.
Agradecemos a Glaxo Smith Kline la invitación y los demás laboratorios deberían hacer lo mismo. La única manera que los cambios lleguen a las comunidades es a través de las organizaciones que trabajamos en terreno.
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